Vectores de transmisión
La fitóftora puede causar enfermedades devastadoras en una amplia variedad de cultivos, plantas ornamentales y especies forestales. Su capacidad para propagarse rápidamente y establecerse en nuevos ambientes se debe, en gran parte, a la diversidad de vectores que facilitan su transmisión.
Entre los vectores que podrían transmitir el patógeno más allá del entorno de un foco de infección se encuentran vectores abióticos, como el agua o las herramientas de trabajo, y bióticos, como animales o personas, que en función de su abundancia, la frecuencia de sus visitas y el tiempo que están presentes en el foco podrán suponer un riesgo mayor o menor para la dispersión.
Uno de los principales medios de dispersión de Phytophthora es el agua...
Uno de los principales medios de dispersión de Phytophthora es el agua, ya sea por escorrentía superficial, riego por inundación, drenajes contaminados o cursos de agua naturales. Las zoosporas, formas móviles del patógeno, pueden desplazarse con facilidad en medios acuáticos, lo que convierte a las aguas subterráneas en vehículos eficaces para la infección de nuevas áreas. La zona recorrida por el agua infectada origina un flujo que genera áreas de riesgo, en las que La pendiente del terreno determina la velocidad de propagación a partir de un foco. Además, si el agua atravesara caminos podría favorecerse la propagación a larga distancia en las ruedas de vehículos (1-2).
El suelo contaminado es otro vector clave. Las estructuras de resistencia del patógeno (clamidosporas) pueden permanecer viables en el suelo durante largos periodos, e incluso sobrevivir a condiciones desfavorables. La maquinaria agrícola, herramientas, calzado o neumáticos que han estado en contacto con suelos infectados pueden actuar como vectores pasivos, trasladando el patógeno de un lugar a otro sin que sea percibido (2). Para evitar poner en riesgo otras zonas, el calzado de los trabajadores y personas que accedan a la zona debe limpiarse minuciosamente antes de acceder a otras zonas. Además es aconsejable no acceder con el vehículo hasta el foco de la infección, deteniéndolo a cierta distancia en una zona habilitada fuera de riesgo.
Además, el comercio de plantas infectadas o sustratos contaminados representa uno de los principales riesgos de introducción de fitóftora en nuevas regiones. Aunque las plantas puedan parecer sanas externamente, pueden albergar infecciones latentes en raíces o cuello, favoreciendo la diseminación inadvertida del patógeno (3).
Los animales, tanto domésticos como silvestres, también pueden contribuir a la propagación al transportar partículas de suelo contaminado en sus patas o pelaje (4). Incluso actividades recreativas humanas, como senderismo o ciclismo, pueden facilitar la dispersión en zonas naturales.
Por último, factores climáticos y ambientales, como lluvias intensas o inundaciones, pueden amplificar la dispersión del patógeno, especialmente en paisajes con escasa cobertura vegetal o manejo inadecuado del suelo (5).
Conocer los vectores de transmisión de Phytophthora es esencial para implementar estrategias efectivas de prevención y control, tanto en contextos agrícolas como en ecosistemas naturales y urbanos.
Referencias
(1) Del Castillo-González, L., Soudani, S., De La Cruz-Gómez, N. Manzanera, J.A. and Berrocal-Lobo, M. (2024). An improved method to study Phytophthora cinnamomi Rands zoospores interactions with host. BMC Plant Biol 24, 508.
(2) Kliejunas, J.T., and KO, W.H. (1976). Dispersal of Phytophthora cinnamomi on the island of Hawaii. Phytopathology 66: 457-460
(3) Puértolas A, Boa E, Bonants PJM, Woodward S. (2018). Survival of Phytophthora cinnamomi and Fusarium verticillioides in commercial potting substrates for ornamental plants. J Phytopathol. 2018; 166: 484–493.
(4) Cardillo E, Acedo A, Abad E. (2018). Topographic effects on dispersal patterns of Phytophthora cinnamomi at a stand scale in a Spanish heathland. PLoS One. 2018 Mar 30;13(3):e0195060.
(5) Hardham, A.R. (2005). Phytophthora cinnamomi. Molecular Plant Pathology, 6: 589-604.



